La periimplantitis es una infección de las encías que se produce alrededor de un implante dental.
Se caracteriza por la inflamación y la pérdida de hueso alrededor del implante, lo que provoca su inestabilidad y, potencialmente, su fracaso.
La periimplantitis está causada por la acumulación de placa y bacterias alrededor del implante, lo que puede provocar una infección y daños en los tejidos.
Los factores de riesgo de la periimplantitis son una higiene bucal deficiente, el tabaquismo y antecedentes de enfermedades de las encías.
Las revisiones y limpiezas dentales periódicas, así como el tratamiento inmediato de cualquier problema que surja, pueden ayudar a minimizar el riesgo de periimplantitis y garantizar el éxito a largo plazo de los implantes dentales.
Si la periimplantitis se detecta pronto, a menudo puede tratarse eficazmente con métodos no quirúrgicos como el raspado y alisado radicular, antibióticos y una mejor higiene bucal. En casos más avanzados, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para tratar la periimplantitis.
¿Cuáles son los síntomas de la periimplantitis?
Los síntomas de la periimplantitis incluyen:
- Dolor o molestias en la zona del implante
- Hinchazón o enrojecimiento del tejido gingival alrededor del implante
- Sangrado o secreción en la zona del implante
- Aflojamiento o desplazamiento de la corona o el pilar del implante
- Cambios en la mordida o dificultad para masticar
- Retroceso del tejido gingival alrededor del implante
- Pérdida visible de hueso alrededor del implante en radiografías o estudios de imagen.
Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante que acuda rápidamente a su dentista para una evaluación. La detección y el tratamiento precoces de la periimplantitis pueden ayudar a minimizar los daños y preservar el éxito del implante.
¿Cuál es el tratamiento ante una periimplantitis?
El tratamiento de la periimplantitis depende de la gravedad de la afección y de la extensión del daño tisular. Los tratamientos comunes para la periimplantitis incluyen:
- Raspado y alisado radicular: Este procedimiento no quirúrgico consiste en eliminar la placa, el sarro y las bacterias del implante y del tejido gingival circundante.
- Antibióticos: En algunos casos, se pueden prescribir antibióticos para ayudar a eliminar una infección y reducir la inflamación.
- Mejora de la higiene bucal: Unas buenas prácticas de higiene bucal, como cepillarse los dientes y usar hilo dental con regularidad, pueden ayudar a reducir la acumulación de placa y bacterias alrededor del implante y minimizar el riesgo de periimplantitis.
- Cirugía: En los casos más avanzados de periimplantitis, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Esto puede incluir procedimientos como cirugía de colgajo, injerto óseo o extracción y sustitución del implante.
En todo caso, en nuestra clínica te recomendaremos el tratamiento más adecuado en función de las circunstancias específicas de su caso. El tratamiento precoz de la periimplantitis puede ayudar a minimizar los daños y preservar el éxito del implante.