Depende de las necesidades específicas de cada persona y de su situación. Las coronas metálicas son fuertes y duraderas, y suelen utilizarse en los dientes posteriores. Pueden durar mucho tiempo, pero no son tan estéticas como las coronas de cerámica.
Las coronas dentales de cerámicas tienen un aspecto más natural y suelen usarse en los dientes frontales, pero son más propensas al desgaste y la rotura que las coronas metálicas.
La mejor opción dependerá de la ubicación y función del diente a tratar, así como de las preferencias estéticas del paciente. En nuestra clínica siempre vamos a ofrecerle el mejor consejo.
¿De qué están hechas las coronas metálicas?
Las coronas metálicas suelen estar hechas de acero inoxidable, una aleación de metal base (por ejemplo, níquel o cromo) o una aleación de metal precioso (por ejemplo, oro, platino o paladio). El tipo de metal utilizado depende de factores como la ubicación del diente a tratar, el presupuesto del paciente y sus preferencias estéticas.
¿Las coronas dentales dejan mal gusto en la boca?
Algunas personas pueden experimentar un sabor metálico en la boca tras la colocación de una corona metálica, pero no es un efecto secundario frecuente. El sabor suele desaparecer al cabo de poco tiempo, pero si persiste, lo mejor es que nos lo explique.
¿De qué están hechas las coronas de cerámica?
Las coronas de cerámica están hechas de un material cerámico, normalmente un tipo de porcelana dental. Este material es similar al utilizado en la fabricación de carillas dentales, y puede ser de color a juego con el tono de los dientes circundantes para crear una apariencia natural.